A veces no es valorado en su totalidad el problema que supone el choque cultural, ni el grado de capacidad de adaptación del un candidato a trabajar en un país extranjero.
Las compañias pierden 2.460 millones en los últimos tres años por elegir mal a los directivos que gestionan sus negocios en el exterior.
cincodias.com|De Alfonso Simón Ruiz