Suecia quiere terminar el experimento
[…] Los friskolor –escuelas privadas financiadas con dinero público– […] no son una forma sostenible a largo plazo de operación para llevar a cabo actividades escolares» […]
[…] Edholm también acusó a las friskolor de inflación de calificaciones, ya que los maestros otorgaban a los niños calificaciones demasiado altas, creando un desequilibrio en todo el sistema. Se considera un problema particular en las escuelas gratuitas con una baja proporción de profesores cualificados y en las escuelas gestionadas como sociedades anónimas […]